Una vez que los musulmanes se replegaron hacia el sur de la Península Ibérica, Salamanca se quedó en tierra de nadie, allá por el siglo XI. El siglo XII supuso su repoblación. El Conde Raimundo de Borgoña trajo a las sedes episcopales de Zamora, Toro y Salamanca obispos oriundos de la region francesa de Perigeux. El prelado que llégó a Salamanca se llamaba Ieronimus, Jerome, Jerónimo y dió nombre a la exposción que se puede contemplar en la Catedral, desde hace ya ocho años.
La exposición permite realizar un recorrido por distintas estancias de las dos catedrales de Salamanca: La "Torre Mocha", que sirvió de alcazaba, de prisión para los malhechores que se acogían a sagrado y también de vivienda de los campaneros. La "Sala del Alcaide", que permite una vista espectacular de la nave central de la catedral vieja. El corredor sobre el tejado de la catedral vieja hasta el Patio Chico, y un paseo memorable por el andén alto interior de la catedral nueva y la terraza sobre la plaza de Anaya. Las vistas son magníficas, y nos permitieron pasar una mañana muy agradable.
2 comentarios:
Larga vida al rock an roll!
ahjd djha dfuhadkd
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